Si eres un guitarrista, probablemente hayas escuchado hablar de los acordes disminuidos. Estos acordes pueden sonar extraños al principio, pero una vez que los entiendes y los usas correctamente, pueden agregar un toque de tensión e intriga a tu música.
Los acordes disminuidos son acordes de tres notas formados por una raíz, una tercera menor y una quinta disminuida. Por ejemplo, el acorde disminuido de Do se forma con las notas Do, Mi bemoI y Sol bemol.
La característica distintiva de estos acordes es su quinta disminuida, que suena unos pocos semitonos más baja que la quinta de un acorde menor o mayor.
Para formar un acorde disminuido, simplemente toma la nota raíz y baja la quinta un semitono. Luego, agrega la tercera menor por encima de la raíz. Por ejemplo, el acorde disminuido de Si se forma de la siguiente manera:
El acorde resultante es Si, Re, Fa sostenido.
Los acordes disminuidos se pueden usar de varias maneras en la música:
Los acordes disminuidos pueden ser difíciles de tocar al principio, pero con práctica, se vuelven más fáciles. La mejor manera de aprender a tocar acordes disminuidos es mediante el uso de patrones de digitación específicos.
Por ejemplo, aquí está un patrón de digitación común para el acorde disminuido de Do:
Este patrón utiliza los dedos 1, 2 y 3 en el primer traste de las cuerdas 1, 2 y 4, respectivamente. Esto permite una fácil transición a otros acordes diminuidos y también facilita la ejecución del acorde.
En resumen, los acordes disminuidos pueden agregar un elemento de tensión e intriga a tu música. Aunque son acordes menos comunes, son útiles en ciertas situaciones y pueden mejorar significativamente la calidad de una canción. Con práctica y paciencia, puedes dominar los acordes disminuidos y usarlos efectivamente en tu música.