Los acordes disminuidos pueden ser una herramienta útil para crear tensión en una canción. Sin embargo, crear progresiones de acordes disminuidos puede resultar un poco complicado. En este artículo, te explicaremos cómo puedes crear progresiones de acordes disminuidos de forma efectiva.
Los acordes disminuidos son aquellos que están formados por una tónica, una tercera menor y una quinta disminuida. Por ejemplo, un acorde disminuido de C estaría formado por las notas C, Eb y Gb.
Estos acordes suelen transmitir un sentimiento de tensión, que pueden ser utilizados para añadir interés y emoción a una progresión de acordes. Por esta razón, los acordes disminuidos son muy populares en géneros como el jazz y el blues.
Para crear progresiones de acordes disminuidos, es importante tener en cuenta que estos acordes suelen funcionar como acordes dominantes. Esto significa que normalmente los utilizaremos en situaciones de dominante-tónica, para crear tensión antes de resolver en un acorde mayor o menor.
Por ejemplo, podríamos utilizar un acorde disminuido de C para crear tensión antes de resolver en un acorde de F mayor. La progresión resultante sería Cdim - Fmaj7.
Otra opción es utilizar una progresión de acordes disminuidos en lugar de una progresión de acordes dominantes convencionales. Por ejemplo, podríamos utilizar la siguiente progresión: Cdim - Edim - Gdim - Bbdim. Esta progresión enlaza los acordes disminuidos entre sí, creando una sensación de tensión constante.
Para crear progresiones de acordes disminuidos efectivas, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
Cuando crees progresiones de acordes disminuidos, recuerda que el objetivo es crear tensión antes de resolver en un acorde mayor o menor. Si utilizas los acordes disminuidos con moderación y con el objetivo de crear un efecto específico, podrás conseguir resultados muy interesantes en tus composiciones musicales.