La música es un arte que nos permite una gran variedad de recursos para expresarnos. Uno de ellos son los acordes disminuidos, los cuales pueden ser utilizados de muchas maneras para crear tensiones y generar emociones en el oyente. En este artículo vamos a descubrir cómo utilizar los acordes disminuidos para darle a nuestra música ese toque especial que la hará única.
Antes de comenzar a hablar sobre cómo utilizar los acordes disminuidos, es importante entender qué son y cómo se forman. Los acordes disminuidos son acordes compuestos por notas con una distancia de tercera menor, es decir, tres semitonos. Por ejemplo, la tríada de Do disminuido sería formada por las notas Do, Mi bemol, y Sol bemol. Se identifican por el símbolo "ø" o "dim".
Los acordes disminuidos tienen propiedades que fueron descubiertas por los teóricos de la música hace muchos siglos. Uno de sus aspectos más interesantes es su capacidad para producir tensiones. Los acordes disminuidos tienen una fuerte necesidad de resolución, lo que significa que cuando se utiliza este acorde, necesitamos seguir adelante con otro acorde que dará la impresión de haber resuelto esa tensión.
Otra propiedad es que es un acorde simétrico, es decir, que son iguales entre sí todas las notas que lo componen, ya que todas tienen la misma distancia de tercera menor. Esto significa que podemos mover el acorde hacia arriba y abajo por la misma distancia sin cambiar su estructura básica. Por lo tanto, el acorde Do disminuido es el mismo que Mi bemol disminuido, Sol bemol disminuido, La disminuido, Si bemol disminuido, y Re bemol disminuido. Esto nos da una gran flexibilidad armónica y rítmica al utilizar acordes disminuidos en nuestra música.
Los acordes disminuidos se pueden utilizar en diferentes contextos musicales. Uno de ellos es como acordes de paso, donde se utilizan para conectar dos acordes que no guardan relación armónica directa. Este acorde se utiliza comúnmente en los géneros de jazz y blues para crear cierta tensión.
Otra forma de utilizar los acordes disminuidos es como acorde dominante de séptima ♭9. Es decir, reemplazar al acorde dominante en una progresión de acordes por su versión disminuida. Por ejemplo, en lugar de utilizar el acorde de G7 en la progresión de acordes en Do mayor, podríamos utilizar el acorde G♭7♭9, que es el mismo acorde que el B disminuido 7.
También podemos utilizar los acordes disminuidos en la armonización de escalas para darle un sonido distinto. Por ejemplo, en la escala menor armónica de Do, podemos armonizar la séptima nota con un acorde disminuido para crear una tensión antes de resolverse en el acorde que sigue.
Para ejemplificar el uso de los acordes disminuidos, veamos unos ejemplos sencillos en la tonalidad de Do mayor:
Como hemos visto, los acordes disminuidos son un recurso muy útil para generar tensión en nuestras composiciones. Podemos utilizarlos en diferentes contextos armónicos, incluyéndolos como acordes de paso, acordes dominantes sustitutos, o en la armonización de escalas. Debemos siempre tener en cuenta que el acorde disminuido tiene la necesidad de resolución, y por lo tanto, es importante utilizarlo de manera consciente y equilibrada en nuestras composiciones.